tomando la introducción del disco que se hizo cuando se cumplieron los 35 años,  como dijo Perdiz Astuto en la editorial del número 31, del año 2006 de la revista "Nosotros los Scouts", el conjunto es lo que resalta, y, ya que la historia del grupo no la hizo una sola persona, ya que la hicimos entre todos, que mejor que entre todos la contemos.

 

<ATREVERSE A PONER UN PANTALÓN CORTO (JUN/1975)

 

   Toda la vida crecí en el barrio de Capuchinas, estudie en la primaria Benito Juárez y además era asiduo asistente al catecismo del mismo templo pues toda la familia había pasado por ambas cosas y yo no iba a ser la excepción, además mis hermanas eran catequistas.

 

   No se como durante los años del 1971 al 75 no supe de la existencia de los SCOUTS, pero un muy buen amigo Gerardo Barron con quien compartíamos el entusiasmo del fut bol en el Corinthians de la Liga Guayangareo infantil y juvenil se encargo de llevarme un sábado a la tropa con motivo de que teníamos el encargo de ir a las oficinas de la liga a pagar la cuota del arbitro para el juego del domingo y después pasar a avisarle a su jefe el motivo de su inasistencia.

Cuando llegamos con Jorge Septiem que era el jefe de Tropa, me invito a jugar con los muchachos pues estaba por terminar la reunión a lo cual accedí y de ahí en adelante, no se como pero no los deje.

 

   Cuando ingrese al grupo fue a la tropa pues no era tan chico y no hubo oportunidad de participar en los lobatos, me prestaron un manual del Scout lo cual me llamo mucho la atención y en una semana  lo había repasado todo mas de una vez y por tanto rápidamente pase pruebas y estuve listo para la promesa, pero no tenia uniforme, en casa no había recursos ni era bien visto que me enrolara, así que el Jefe de tropa me obsequio un pantalón corto y camisola viejita que el había usado, el único problema es que era gordito pero mi hermana se encargo de quitarles un buen pedazo que sirvió para remendar lo que tenia dañado.

 

   Así pues llego el día de ponerse por primera vez el pantalón corto, no me atrevía salir de la casa con el, me lo lleve al local que en aquel entonces era la segunda planta de la casa parroquial o lo que es lo mismo arriba del teatro y ahí me cambie, así fue sucediendo por algunas semanas hasta que finalmente sucedió salir de casa y regresar con pantalón corto, cabe mencionar que las burlas en su debida proporción existieron dentro y fuera de casa aunque las de los vecinos del barrio llegaban a ser bastante molestas, el tiempo fue la mejor respuesta pues paso a convertirse en un orgullo, pues era algo que no todos tenían el privilegio de disfrutar.

 

   En este caso comprendo el porque de la frase “ Lo que no te mata te fortalece”

  

   MI PRIMERA SALIDA (EXCURSION CON LOS SCOUTS  (JUN/1975)

 

   Mi hermano Benjamin nos llevaba a los hermanos mas chicos en los 60’s a las orillas de la ciudad a jugar, lo que mas recuerdo es el béisbol, visitábamos el parque de béisbol que ahora es la Secundaria Federal 2, la arboleda del camino a Santa María que ahora es el Zoológico y las escuelas que están frente a el, al Vivero que ahora es desde el río y hasta el Centro de Convenciones, obviamente no estaban las avenidas de esa zona y para no hacerla larga eso era ir bastante lejos.

 

   Pero una vez dentro de la tropa donde solo conocía a mi Guía de Patrulla Gerardo Barron mi primera caminata fue a la Presa de Cointzio, saliendo caminando desde el mismo Capuchinas con rumbo al antiguo Aeropuerto o campos del Panteón como también se les conocía (Ahora CU ), los cruzamos y llegábamos a la carretera a la Huerta y la seguimos por buen rato hasta pasar La Huerta donde unas curvas que aun existen marcaban el inicio de la zona arbolada pues lo anterior eran sembradíos, en ese punto donde ahora es el FIRA, La UNAM y lo que llamaban la revisión de la Garrapata, había un campo de futbol donde nos dieron instrucciones de seguir un rumbo fijo y olvidarnos del camino.

 

   Fue una experiencia especial, caminar entre árboles sin entender nada de brújula, mapas o cosas que se les parecieran y solo atendiendo a las instrucciones del jefe, pasaban lomas y sentía que nunca llegaríamos, de pronto vimos agua de color café que nunca había visto, corrimos a la orilla para tener la panorámica hacia el poniente donde se encuentra la cortina, crei haber llegado al fin del mundo.

 

   Ahí jugamos hasta el cansancio empecé a conocer a Gerardo García S. a Enrique Coyol, Miguel Yépez y por la tarde rodeamos la presa para conocer la cortina y de regreso, se me hizo cortito, pues en el animo ya no había lugar para dudas o preocupaciones, haber compartido con los grandes compañeros la inmensidad del campo y los árboles me habían cambiado.

 

   Hay tantas cosas que despreciamos por el simple hecho de no conocerlas.

 

   COMO LLEGUE A SER GUÍA DE PATRULLA  (OCT/1975)

 

   Hice mi promesa un 15 de agosto siendo parte de la Patrulla Delfines, comparado con los demás muchachos no era de los mas altos, pero si de los que mas pronto pasaban pruebas y aprendía las habilidades del manual, así que el Jefe de Tropa Jorge Septiem pensó en que era el momento de reorganizar las Patrullas pues unas estaban escasas de gente y otras muy grandes, por lo que nos invito a los grandes para formar una nueva Corte de Honor asignando a los scouts a sus nuevas patrullas y a nosotros como guias.

 

   Gerardo Barrón conservo su lugar como Guia de la Patrulla Delfines, Enrique Coyoli formó una nueva patrulla que llamo Skuas junto con Gerardo García flores (Mota), Gerardo García (Benjamon) quedó como Guía de los Toros con ayuda de Bonifacio Rojas  y Yo fui cambiado a la Patrulla Perdices.

 

   Mi sub guía fue Miguel Yépez hijo del entonces Jefe de Grupo Chon Yépez y además me toco Gabriel Rojas que se distinguia por ser terrible en su comportamiento y vaya que le sufrí con el.

 

   Seguramente no sabes que es un Skua, pues es una historia que vale la pena contar: Resulta que Enrique no quiso conservar el nombre de las patrullas anteriores como Águilas o Leones, entonces al dársele a escoger, no tenia una idea clara, pero como Gerardo García le cargaba mucho la mano se le ocurrió sugerirle nombres poco atractivas, un tanto en son de burla pero para suerte de los que estábamos presentes lo tomo, el único problema era que cada que íbamos a misas de distrito o convivencias, teníamos que explicar de que se trataba pues nadie sabia de esa ave del ártico, con el tiempo esta patrulla cambio su nombre a Pingüinos donde se forjo una gran generación de scouts de gran recuerdo.

 

   Volviendo, nos dieron los cargos y para ser honesto no sabia la magnitud del compromiso hasta que discurrimos hacer un campamento de fin de semana en conjunto las patrullas Delfines y Perdices, caminamos adelante de San Miguel del Monte donde hay unas cascadas y se le conoce como Agua Zarca, como detalle de la época nos fuimos caminando desde Capuchinas, conseguí una mochila grandota para que cupiera la comida, pues además mis patrulleros eran puros chicos.

No contábamos además que la tienda de campaña que nos prestaron era de lona y pesaba mas que la mochila misma, así que caminamos de ida aproximadamente 12 km, poco antes de llegar ya me dolía todo pero me hacia el valiente, ¡ como dar oportunidad a los chicos de mostrar cansancio! , finalmente colocamos la tienda como Dios nos dio a entender, cocinamos en el suelo, no llegamos ni a fogón, toda una odisea.

 

   Al caer la noche, los ruidos, el miedo y entre puros novatotes no dormimos,  ya por la mañana nos dimos cuenta de unas vacas que andaban por ahí,  solo restaba pensar en el terrible regreso.

 

   Los hombros y espalda me recordaron por buen tiempo la osadía de querer ser hermano mayor de la noche a la mañana, al menos por entusiasmo no quedo.

 

   Solo hay que darse la oportunidad de que la vida te enseñe, pero es importante no olvidar aprender.

 

   Por Perdiz Astuto>

 

   El tiempo implacable hacia que el grupo flaqueara y se fortaleciera repetidamente, estableciendo ciclos de vida como sucede en las personas y organizaciones, en su vaivén, en 1976, inicio sus actividades el Clan de Rovers, siendo este, el principal factor para cimentar la vida futura del grupo, fomentando la continuidad en el grupo de los muchachos que dejaban la tropa.

 

   Al completar las secciones que estructuraban un grupo, en ese tiempo quedo definido y formalizado el Escudo con forma tradicional española dividido en cuatro cuarteles, dando cabida a los emblemas de las secciones y al tablero rojo y amarillo con la identificación del grupo.

 

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   Corría el año de 1979 y...

 

< 1979, el comienzo de mi vida en los Scouts, fue curiosidad la que me hizo llegar en noviembre de ese año al grupo de Scouts num. 6 nos acercamos junto con mi prima Lety para informarnos. Recuerdo a las Gelas, la China, Silvia, Alicia la dirigente nos pidio que nos quedaramos para ver si nos gustaba y despues de 26 años aun me sigue gustando.

 

   Que me a enseñado el grupo, a fortalecer mis valores, me enseño a desenvolverme en la vida y a ser  un mejor ser humano, aparte de todas las técnicas padrísimas que hicieron que alcanzara grandes montañas e hiciera largos recorridos.

 

   Mis dirigentes con los cuales viví un buen de experiencias, como olvidar a Mota y Natalia que gracias a su entusiasmo pudieron revivir la tropa pues debido al cambio de Guías de México a Scouts muchas chicas se fueron, pero decidimos echarle muchas ganas y aqui sigue. Recordar aquel campamento de grupo, que fue mi primer campamento a mi ranchito donde Neto era nuestra mama campanita, recuerdo que a Olimpia, mi Giía de patrulla, se le perdio su plato y estaba triste, pero no la encontrabamos por ningun lado hasta que mota la vio arriba de un arbol.

 

   Mi promesa como olvidar esa día en que iba a ser una Scout por fin, 30 de abril de 1980.

 

   Me empezaba a encariñar con el grupo y decidi quedarme, despues vino a la tropa Lourdes con Pera, ya eramos una gran tropa de tres patrullas: Dubhe, Enif y Pollux. Para este entonces ya era guia de la patrulla Pollux. Habia tanta gente que las patrullas eran de 10 u 11 integrantes, de mi patrulla: Marisol, Morelia , Aurora (Bolis), Vero, Gela (La Güera), la Lagartija, Vianey claro que con tanto tiempo ya la mente no recuerda, pero ya me acordare de las demas. Que decir de las actividades de esa época, las famosas pistas comando para el aniversario de grupo que esperabamos preparandonos para entrar al famoso ring, los campamento de punta de flecha, los concursos de botes de basura decorados para la limpieza de la ciudad. Fue una etapa en la que conoci  el reto, la disciplina y la responsabilidad, gracias a ello llegamos a ganar en varias ocasiones el valioso Banderin de Honor.

 

   Venia mi partida hacia el Clan, fue algo muy dificil, pues era el primer pase que se hacia en el grupo. Las chicas de Clan ya eran amigas y tenian poco tiempo de haberlo formado. Recuerdo a Coco, Pera, Morelia, Bagheera y Gabi, si llore, pero no de verlas, sino de separarme de grandes amigas. Recuerdo que hicimos una ceremonia anterior a mi partida donde le entregue mi cordon de mando a Morelia Naranjo e hicimos nuestra despedida.

 

   El comienzo de una nueva etapa el Clan. Me costo trabajo acoplarme, pero lo logre, pues al poco tiempo pasaron a la Guera y nos hicimos una, que no hicimos diria yo. Acompañamos al clan de Rovers al triatlón en Salamanca, caminatas nocturnas a mi ranchito, por primera vez me toca ir al nevado de Toluca todo cubierto de nieve algo sorprendente. No obtuve mucho adelanto debido a que solo la Guera y yo nos quedamos en el clan. No habia una persona responsable que nos orientara con nuestro adelanto. La ultima insignia que obtuve fue caminante. En esta ceremonia estuvieron Pera, Gerardo Barron, Lourdes y Raul.

 

   Ingrese a la manada de Gacelas por poco tiempo, pues la verdad no era lo mio.

 

   Al poco tiempo, Lula  me invita a formar parte de la tropa como subjefe, a los dos meses de haber ingresado comienzo mi parte preliminar de Insignia de Madera en el cual aprendi muchas cosas y recibi mucho apoyo, pues a este curso fueron invitados Lourdes, Raul y Gerardo, que gracias a lo que ellos me enseñaron pude pasarlo, pues antes si eran mas estrictos. Pase parte uno y parte dos y los logre.

 

   Puse mucho entusiasmo en esta seccion, pues aquí me inicie y el sueño de toda tropera, después de ser Guia, es ser Jefa y ahí estaba mi oportunidad. Lula tenia que retirarse y me dejo a cargo. Conmigo estuvieron, en diferentes tiempos, ayudando: Morelia Naranjo, Marisol, Monica Sepulveda, La Güera, y Mao, que fue con la que duramos un poco mas de tiempo trabajando. Hicimos un gran equipo, trabajamos junto a la Corte de Honor para tener una Tropa ejemplar, pues en ese entonces había mucho pique con otros grupos. Durante este tiempo se pudo entregar la Primera Insignia Terminal Ave Phoenix a María Elena. Que decir de los campamentos en los que no podían faltar las grandes construcciones, caminatas de Cortes de Honor, y que tal los desayunos en casa de las chicas que tenían que pasar su adelanto.

 

   Despues de un buen tiempo, deje la tropa para incorporarme con la manada de Lobatos, en la cual dure como un año. Una sección muy diferente pero divertida.

 

   Por este tiempo separaron las tropas y me quede con la tropa de Expedicionarias, eran pocas chicas, pero muy entusiastas. Una de las cosas que mas recuerdo, el reto que nos pusimos de hacer un viaje a la playa y trabajaron como negras, vendian galletas, pasteles, de todo cuanto se le ocurriera y logramos ir una semana a Ixtapa, eran Edith, Delia, Manyuri, Alejandra.

 

   En un consejo de Grupo empezamos a ver que venia una buena Generacion para el Clan de Precursoras Nancy, More, Bere, Selene, Manyuri, Delia, Mayuca, Itzel (la flaca) y decidi tomar la seccion, una seccion muy satisfactoria en la cual enseñas pero mas te enseñan, una seccion de camaraderia, con grandes experiencias. Nos tocaron eventos que nunca pensamos que pudiéramos estar  presentes. Fue una generacion muy participativa con muchas ganas de hacer las cosas. Algunas de nuestras actividades fuertes fueron el campamento de Guadalajara (EL ETA). Cuatro dias acampando y dos en la ciudad. Recuerdo que fue un gran jaloneo en el consejo de grupo para poder participar en este evento, pues esta seccion no había salido sola. Asumi mi responsabilidad para que nos dejaran participar. Fue algo increible, conocer chavos y chavas de toda la republica, saber como se encontraba el roverismo y el precursorismo a nivel nacional. Trajimos muchas cosas, en conocimiento, en amistades y en unión con nuestro clan. Esto dio pie para seguir haciendo mas cosas, y sobre todo, motivo a las chicas para seguir su adelanto. Se venia un gran evento, el MOOT, una actividad a nivel Internacional para clanes, lo máximo para nuestra sección. Hicimos cuanto pudimos para pagar y estar dentro de este gran evento, estuvimos en staff en diferentes sitios, a mi me tocó estar en el area de Religión. Algo que no puedo expresar, muy emotivo, parar carpas y ambientarlas para que los muchachos de la religion que fuese tuvieran un lugar para orar  junto con el Padre Chuy, en ese entonces capellan de Provincia, y cuatro seminaristas, nos dimos a la tarea de montar todo lo necesario para esta actividad, desde preparar misales en frances, Ingles y Español, hasta saber como iba orientada la alfombra hacia la Mezquita.

 

   La practica de varias actividades al aire libre dentro de esta sección fortalecieron mi inseguridad, los ascensos al Iztazihuatl, en el tiempo en que Don Goyo despertó. No lo olvidaré, pues cuando íbamos a la mitad del camino un fuerte trueno se escucho y una gran fumarola del volcán salió. Pudimos captar, en fotos, ese gran momento, aunque confieso que estaba temblando de nervios. Los  ascensos al Nevado de Toluca, sobre todo el día que nos toco la nevada, algo único, la odisea de la entrada a los Ríos subterráneos, no recuerdo si fue el San Jerónimo donde teníamos que nadar un buen tramo. Mi mochila no iba bien sellada y con el peso del agua que se metió me hundía, es cuando uno dice, "¿pero que estoy haciendo aquí?", y cuando hay otra salida, eres la primera que te apuntas. Y que decir de mi primera experiencia Rapeleando en la cascada del Salto, muy valiente y a la mitad del camino ya me quería bajar.

 

   Participamos en el evento de la Flor de Lis con latas, en México, un gran fin de semana. Muy subiendo en el Metro a altas horas de la noche y con un costalote de latas.

 

   Y la culminación, la entrega histórica de dos Insignias terminales (B-P). Se tenia que hacer la mejor ceremonia, pues es una de las secciones donde son contadas este tipo de insignias. Con ayuda del padre Efrén, el consejo de Grupo y los familiares y amigos de Berenice Ramos y Nancy González, se realizó la entrega emotiva de estas dos insignias. Tendría que retirarme del Clan, pues mi primer bebé venía en camino, pensaba que era el fin, que tendría que dejar el movimiento, pero a los dos meses de que nació Jannín, estaba ya cantando la misa de aniversario. La incorpore al movimiento, me invitaron a participar de nueva cuenta con la tropa, lo cual con mucho gusto acepté. Una generación de chispitas brincaban por aquí y por ahí muy entusiasmadas, aporté lo que mi experiencia me había enseñado para que se retomara el concepto de tropa, pues ya no era como antes. Fue mucho insistir, pero bien se dice que el que persevera alcanza, y la tropa se empezaba a ver mas en forma, no fue mucho mi tiempo en ella pues tuve que volverme a retirar por la llegada de Mauricito.

 

   Gracias al amor,  y por que se que este grupo es parte de mi familia, volví con mis dos pequeños con una visión muy diferente de la que tenia, ahora mi interés por ayudar a dejar un mundo mejor de cómo lo encontramos se había duplicado, y porque se que estos pequeños Lobatos, Gacelas, Troperos, Troperas y Claneros el día de mañana pueden ser los Ingenieros, doctores o maestros de mis hijos, quiero dar todo lo que pueda, porque el Escultismo, el verdadero Escultismo no se acabe.

 

   Seguí dando catecismo, parte de los valores, parte de los Principios, algo que podía hacer con facilidad, disponía de poco tiempo.

 

   Ahora me encuentro a cargo de los dos clanes. Una generación con mucha disponibilidad, mucho arranque y muchas ganas de hacer las cosas. No he podido estar de tiempo completo en sus reuniones, pero han sabido trabajar con el significado del trabajo en equipo, como Clan, algo que enorgullece al grupo.

 

   Algunas otras actividades en las que participe fuera del Grupo fueron en el Grupo de Pastoral, en el cual conocí a muchos seminaristas y a muchos Scouts de todos los grupos de Morelia, otra cara de la Religión Católica.

 

   Con este grupo organizamos, las ya famosas caminatas (PEREGRINACION A LA BASILICA DE LA SALUD MORELIA-TIRIPETIO-HUIRAMBA-PATZCUARO)., Retiros, Servicios Religiosos, Campamentos, Etc.

 

   Que puedo decir de los Padres que estuvieron a cargo de este grupo de Pastoral, Padre Gerardo, que a pesar de ser poco tiempo el que convivimos juntos, impulso al grupo a hacer grandes cosas. Su partida a Salamanca nos entristeció, aunque años después nos invito a un retiro con los Scouts de allá, para convivir . El fue quien me hizo la entrega de esa pañoleta, con un gran significado en mi vida, con los colores del Vaticano. En la cual reforzaba mi Promesa al servicio por los demás.

 

   El Padre Jesús Alcazar (Padre Chuy). Su gran humor, entusiasmo y sonrisa, un gran apoyo con el grupo para seguir con las Peregrinaciones, las Misas de Provincia, de Grupos, de Distrito, su apoyo y enseñanzas en el Moot, su gran amor por los Scouts, al igual que el Padre Gerardo.

 

   Lugares y grupos que conocí: México, Guadalajara, Veracruz, Mérida, La Paz, Los Cabos, Aguascalientes, León , Toluca, Chiapas y ya no me acuerdo.

 

   Lo mejor que me ha pasado de ser Scout son muchas cosas, pero la mas grande, haber participado en la Visita de Nuestra Santidad Juan Pablo II en la ciudad de México, no niego que fue una friega, pero pude ver lo que la Fe puede hacer por un gran pueblo.

 

   Podría contar tantas cosas pero no acabaría, así que dejo aquí algunas de mis tantas experiencias. No quiero terminar sin antes agradecer a Lourdes y Raúl que han sido como unos Padres en mi vida, gracias por sus consejos y su ejemplo y a todos mis amigos los quiero mucho.

 

   Por Lina María Gamiño Escobedo>

 

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   Para 1981, ya se había oficializado la posibilidad de integrar a los grupos las secciones femeniles y como en la misma plaza de Capuchinas se reunía una compañía de Guías de México, se optó por unirse, robusteciendo el Grupo y facilitando las actividades de ambos, de tal forma que surgieron la Manada de Gacelas y la Tropa de Muchachas Scout.

 

   Y por el año de 1982...

 

<  Hubo un tiempo en el que existieron en el grupo las haditas como sección de lo que entonces eran las Guías de México, esa fue mi primera experiencia con el escultismo, sinceramente no recuerdo como llegué ahí ni el motivo de tan fugaz paso.

 

   Fue algún tiempo después que estando con mis primas, un sábado nos dijeron, a mi hermana Edith y a mí, que tenían que ir a “junta de los scouts” a Capuchinas y nos invitaron. Fue justo ahí que empieza mi vida scout, con un poco de renuencia de mi papá quien nos dio permiso, con la advertencia de que nunca nos iba a dejar ir a ningún campamento (cosa que nunca cumplió) y la aceptación de mi mamá. En ese entonces estaba Susana como dirigente de gacelas cuando apenas estaba tomando forma la manada y aunque ya estábamos agrupadas por seisenas (yo pertenecía a la seisena blanca) en realidad no conocíamos que existía un adelanto que teníamos que cumplir. Tiempo después entra Bety Bello y es justo con ella que nos dimos cuenta que existía una promesa, una ley, etc, con ella como dirigente se realiza el primer campamento de la manada de gacelas, a Capula, a la famosa cabaña de las hermanas Calderón. Recuerdo que había una pila enorme, o al menos así la veía yo, en donde recolectaban agua y la cual nos hicieron creer que era una alberca, a la que teníamos que meternos subiéndonos en unas escaleras de madera pero nosotras estábamos felices metidas en la pila con nuestro traje de baño puesto.

 

   Es el 4 de noviembre de 1984 cuando se entregan las primeras promesas en la manada de gacelas, teniendo la oportunidad de ser una de las gacelas a quien se las entregan, aún recuerdo que fue en el Bosque Cuauhtémoc y como todavía no teníamos bandera, formamos con hojas secas una Flor de Lis que sirvió de escenario para la entrega, de cómo ya mencioné, las primeras promesas en la manada. Por ironías de la vida, justo en este día muere mi tío Chon Yépez, que fue jefe de grupo, y la primera actividad a la que asistí investida con mi promesa, fue justo a su sepelio.  Conviví en la manada con Yazmín Alva, Ivonne Patiño (Bombón),  Margarita Rodríguez (Titi), Paola Regalado, Beba (Maria Elena Gamiño), entre otras, entonces gacelas.

 

   Un día llegó el momento de empezar otra etapa, mi pase a la tropa y por poco y salgo corriendo imagínate tener que jugar contra troperas más grandes y conocidas por su salvajismo, aunque algunas estaban de mi tamaño  o más pequeñas (como Maga) eran más fuertes y tenían más maña que yo, entré a la patrulla Enif en donde Gela era la guía de patrulla y Maga la subguía. En ese entonces solo había una tropa por lo que pronto tuve que aprender a ser ágil, ya que no podía competir con la fuerza de troperas como Marisol, la Güera, Morelia Naranjo, ellas estaban en la patrulla Phollux y eran nuestras más fervientes enemigas a la hora de las actividades, podíamos morir en el intento por hacer todo lo posible para que nuestra patrulla ganara. Mi jefa de tropa era Lourdes Montoya, que por cierto poco faltaba para que nos tuviera en un régimen militarizado (ja, ja), y Pera, poco después Lina que recién la habían pasado al clan empezó a apoyar con la tropa. Son muchas las experiencias que tuve en esta sección y muchos los campamentos en los que realmente viví el escultismo, en donde teníamos que cocinar en fogones y en los que nos esforzábamos por tener la mayor cantidad y las mejores construcciones. Tiempo después me cambiaron a la patrulla Dubhé como guía de patrulla. Recuerdo las largas caminatas nocturnas, pistas comando y aquellos campamentos en los que íbamos llegando y ya sentíamos la espalda partida por las distancias que nos tocaba caminar con cajas de madera llenas de comida, tiendas con tubos que pesaban como si trajéramos la cama en las mochilas. En aquel entonces a los campamentos y excursiones nos transportábamos en "guajoloteros" o de "aventón", recuerdo que en una ocasión que regresábamos de excursión, pedimos "aventón" para poder regresarnos y cuando por fin se paró una camioneta, todos corrimos para tratar de alcanzar lugar como era costumbre, lógicamente entre los primeros que llegaron fueron los troperos, quienes de repente, al empezar a subirse a la camioneta nos dejaron pasar primero muy cortésmente y cuando subimos nos dimos cuenta del motivo de su cortesía, en la camioneta venía un puerco muerto que apestaba a rastro y ni modo así llegamos a Morelia entre un puerco apestoso con moscas rondándole.


   Así transcurrió el tiempo y un día nuevamente tenía que partir, ahora al clan de precursoras, en donde viví nuevamente experiencias y viajes inolvidables, como la ida al Chonta, en donde Fernando Vázquez “el muppet”, en el primer tramo que no tocamos piso se sintió el hombre araña tratando de agarrarse de las rocas pues nunca dijo que no sabía nadar, aún y cuando Raúl había preguntado; y cuando Maga al hacer su mochila con una cámara de llanta en lugar de ponerle tornillos o palomitas para poder abrirla, cerrarla y guardar sus cosas la sello con clavos a lo que le dije "Maga esconde esa mochila que si Raúl te la ve te va a decir pareces nueva". Al Nevado de Toluca cuando nos tocó ayudar a apagar el fuego ya que se estaba quemando y por cierto es la única vez que he visto a Raúl tirado en el piso sin poder dar un solo paso más después del esfuerzo tan grande y por supuesto que a nadie le quedaron fuerzas para intentar subir al pico. En otra ocasión también ahí mismo en la que emprendimos la caminata y logramos llegar al pico del Fraile el Peli, un amigo de él, Hugo, Tania, Vinicio y yo, vimos el amanecer y cuando decidimos empezar el descenso, no tomamos las precauciones debidas y nos desbarrancamos, recuerdo que a mí me daba miedo la bajada y me fui quedando hasta al último sin saber que conforme iban bajando se iban cayendo, yo fui la penúltima y solo recuerdo ir cayendo, con una pared de hielo frente a mí que yo misma formaba al tratar de clavar los pies en el hielo para detenerme, un golpe y piedras alrededor de mi cabeza, alguien preguntando si estaba bien a lo que yo contesté que sí y un grito “tiene la mano fracturada”, volteo a ver de que se trataba y veo mi mano volteada con los dos huesos rotos, pero eso no fue todo, como el lugar en el que caímos eran piedras sueltas nos tocó arrastrarnos poco a poco para poder llegar abajo (tardamos alrededor de 3 horas), en donde ya nos esperaban unas ambulancias para atendernos y llevarnos al hospital de donde salimos: Tania con una pierna lastimada que necesitó yeso, a Hugo con unas costillas rotas y unas puntadas en la cabeza, unos cuantos golpes de los demás y un yeso en mi mano izquierda y un vendaje en la derecha. Cuando llegamos a Morelia las palabras de Raúl  fueron “no los vuelvo a dejar ir solos”, pero la satisfacción que me quedó es que fue la única ocasión en la que alguna mujer del grupo toco la punta del Pico del Fraile.

 

   Otra experiencia única fue: cuando íbamos subiendo el Iztazihuatl, sentimos un temblor acompañado de un fuerte estruendo que nos hizo detenernos muy asustados, y al voltear a ver que pasaba, vimos una fumarola exhalando del Popocatepetl.

 

   Tuve la oportunidad de trabajar con la manada de gacelas, al principio como Coa y después de un tiempo como Van-tha. Sin duda una experiencia en la que, más que enseñar, aprendes y en la que tuve la oportunidad de dejar un poco, de lo mucho que recibí a lo largo de mi vida scout. Sin duda el haber tenido la oportunidad de conocer y pertenecer a la familia scout me a enseñado a valorar muchas cosas.

 

   Han sido muchas las vivencias y solo me queda agradecer a cada una de las personas que me permitieron aprender el Escultismo.

 

   Por si fuera poco, el pertenecer a este maravilloso movimiento, me dio la oportunidad de conocer a la persona con la que decidí compartir mi vida y con la que tenemos dos hijos, que esperemos algún día lleguen a sentirse orgullosos de ser scouts.

 

   Por Sandra Yépez Carranza>

 

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   Curiosamente, en cuanto a la coincidencia de los años, en 1986 inicia sus actividades el Clan de Precursoras, llenando el hueco que se tenía para completar las secciones de mujeres dentro del grupo.

 

 <  Justamente este año entré al grupo, fue en agosto, iba a ser la fiesta del Niño Salvador, fue el sábado 2 de Agosto y llegué por casualidad, ya que estaba buscando al pingüis para ver algo de la escuela, que ni recuerdo que era, en su casa me dijeron que estaba en Capuchinas, fui a buscarlo y  me quede ese sábado, pero al parecer me quede por más tiempo.

 

   En ese entonces, el Jefe de Tropa era "El Machín" (Luis Arturo Armería Zavala), en la tropa había cuatro Patrullas: Lobos, Toros, Pingüinos y la, en ese entonces, y por mucho tiempo, poderosísima Patrulla Gacelas, que mencionó Sairi en la Ceremonia de Aniversario. El Guía de Patrulla era "Checo" (Sergio Hipólito Estrada) y el Sub-Guía "El Perico" (Federico), en la Patrulla estaba el famoso y original "Pingüis", Cesar "el To to to", Hugo Huerta Camarillo, conocido más tarde como "el Tatanka". En la Patrulla Lobos estaba Tony de Guía, en la Toros estaba "el Coqueta" de guía, también estaba Pablo Gamiño, en la Pingüinos, el guía era "el Pinko", mencionado en la ceremonia de Aniversario por Sairi, estaba Rodolfo Eduardo Huerta Camarillo, "El Fito", Austreberto Ayala Tavera, "El negro" o más tarde, por herencia de su hermano, "el pingüis", Alfredo Vega Fabián, "el Chocorrol", entre otros, bastantes, más, ya que en la tropa eran cerca de 25 muchachos. Desafortunadamente la Patrulla Lobos desapareció, uniéndose a la Toros y quedando Hugo de Guía y Pablo de sub-guía.

 

   Obtuve mi promesa en Septiembre y en Diciembre tenía que terminar Kontiki para poder ir a la playa, ese fue el requisito que me puso el Machín, a principios de Diciembre terminé las pruebas y en el campamento me entregaron la insignia, el campamento fue a Caleta de Campos, Michoacán, y por primera vez jugué futbol del diablo, jugamos en una cancha de basketbol y el pingúis, que era nuestro portero salvo varios goles, evitándolos con las manos y sin guantes. Tuvimos una excursión al río Nexpa al que "el Peli" (Alfredo Rodríguez) nos llevo, pero después de caminar no se cuantos kilómetros, se convenció que era para el otro lado, por lo que regresamos sin llegar al río, de esto se acuerda mucho Carlos Axel, al día siguiente, ya bajo el mando del Machín, tomamos el camino correcto al río y llegamos. De este campamento hay algunas fotos en la cena de gala que nos hicieron los de Clan para la última noche, una de las mesas es un letrero que no se de donde sacaron y para estar cómodos, nos sentamos en el suelo.

 

   Durante mis años de tropa tuve la suerte de que Raúl estuviera en ocasiones con la tropa, razón por la cual aprendí muchas de las cosas relativas al escultismo y de la escuela, así como actividades interesantes. Esto nos ayudo a lograr un muy buen adelanto, ya que el Checo logró su Caballero Scout en el 88, y de la tropa al menos guías y sub-guías tenían bastante adelanto. Alfredo, Fito, los Pingüis, Hugo, el Perico. Hice mi viaje de Apolo en Septiembre, me acompaño Alfredo Vega y me entregaron la Insignia Terminal en el Campamento de diciembre del 89, en esa ocasión me había lastimado un tobillo y llevaba muletas, por ahí hay algunas fotos de ese campamento, que fue a los Azufres.

 

   Durante mi etapa de Tropa, tuve la oportunidad de conocer muchos lugares, de aprender infinidad de cosas, de disfrutar noches de campamento, de construir una tienda volante en los Azufres, que estaba en un cuarto nivel, a unos 5 metros de suelo y una en el Temazcal, donde nos subimos toda la tropa, éramos como 15 gentes y que dio lugar a una muy buena guerra de piñasos, de estar hasta tarde cantando alrededor de una fogata, como en Atzimba en el 88, en donde estuvimos cantando todo tipo de canciones hasta muy tarde, de dormir alrededor de una fogata y arrullarme con el sonido de la madera quemándose, con el susurro del viento en los árboles. También aprendí a disfrutar una buena tormenta eléctrica, como decía Raúl, si oyes el trueno esta bien, ya que el rayo ya paso, y si no lo oyes, entonces ya ni te preocupes, como le sufrió Hugo en ese campamento al Temazcal, de toda su Patrulla nadie quiso hacer nada, Pablo, Fontaine, el Chino, El Tilín. Estando en la Tropa, tuve la oportunidad de asistir con mi primo de México y su tropa, al Campamento Nacional de Avanzadas, en Ensenada, Baja California, en la Isla de Todos los Santos. Un viaje en tren, de la ciudad de México a Guadalajara, Benjamín Hill y Mexicali, para continuar en Camión a Tijuana y luego Ensenada. Fue la muerte, pero muy divertido, sobre todo el tener que dormir durante tres días como pudieras, ya que de ocho lugares que teníamos, a Mexicali llegamos parados. Un viaje de 36 horas, inolvidable... como dice la canción "...Andar en tren, es de lo mejor..."

 

   En febrero del 90 me invitaron al Nevado de Toluca como actividad de Clan, fue algo muy bonito. En el 3 de Marzo me pasaron a Clan. El 5 de Abril entre como dirigente a la Manada de Gacelas a ayudarle a Pedro Gamiño (Pingüino Feliz), pero eso de ayudarle fue un decir, porque prácticamente me dejó solo al siguiente mes, me entregaron el cargo de Sub Jefe de Manada de Gacelas el 25 de Mayo de 1991. Fue una etapa de mucho aprendizaje y capacitación. El 10 de Abril de 1990 me entregaron mi escuderato y el 15 de Octubre de 1991 la investidura Rover.

 

   Para ver como pasan los años basta decir, que Mónica Calderón, era seisenera de la seisena Negra, Nancy González, sub seisenera, Marlén Ochoa, Bárbara Calderón, Morelia González, Mayuca, eran gacelas, así como, después de un tiempo fue Liz Ochoa, Alejandra Hernández y muchas otras. Durante dos años estuve en la Manada de Gacelas y después estuve en la Tropa de Scouts, durante dos años, en esta sección también aprendí mucho, convivimos con los muchachos, fuimos de campamento, trabajamos con la Corte de Honor. Algunos de los que estuvieron en esa época fueron: Bruno Ramos, Saúl Meléndez, Héctor González, "el Piolín", Alfredo Hernández, Raúl Farias, y como olvidar al tremendo "Chuky", entre otros.

 

   Ingrese a la Tropa de Scouts el 29 de Mayo de 1992. Estando en la Tropa, tuve la oportunidad de hacer el curso insignia de Madera en el 92, fue una de las razones para dejar la Manada de Gacelas, ya que yo quería participar en el Curso, pero como dirigente de Tropa. Al curso asistimos Fito y yo y fue un curso muy instructivo en cuanto al compañerismo y la convivencia. Pasamos parte uno, dos y culminamos el curso, y aunque me gusto mucho la canción de "Volveré a hacer mi curso otra vez" logramos la ansiada Insignia de Madera, pero eso no quito que cantáramos con gusto esa canción. En Agosto de 1993, tuve la oportunidad de asistir al 12° Camporee, en Potrero, California, en donde convivimos con Scouts de México, Estados Unidos y Japón. Uno de los recuerdos que tengo es que cambie mi camisola Gris nueva, con la insignia de Scouter, la Flor de Lis y el Escudo de Grupo, por una camisola que no me quedaba, pero que estaba llena de insignias, una de las cuales era el "Eagle Scout", creo que fue un buen trueque. También conseguí un manual del Scout (The Scout HandBook), el cual espero lo puedan tener en el próximo disco, junto con el manual del Scout de Mario Macazaga.

 

   En mi etapa de Rover y hasta la fecha he tenido la oportunidad de participar en tantas actividades, que es imposible no dar las gracias a este movimiento, a este grupo, he oído a mamás que van a recoger a sus pequeños y dicen "... solo vengo a ver si regresó completo...", ¿Verdad Sairi?, he estado en veladas, en aniversarios de otros grupos, en competencias de balsas, en torneos de fútbol, básquetbol, voleibol, he actuado en pastorelas, como el flojo Pastor Bartolo, y como el Angel Gabriel, he participado en la obra de Don Juan Tenorio, he conocido muchas ciudades, he conocido muchos lugares en los que se puede respirar un aire puro al 100%, he tenido la oportunidad de subir al Iztazihuatl, al Nevado de Toluca, a La Malinche, hemos hecho rapel, y muchas cosas más que espero falten por hacer, por lo tanto tengo que dar gracias a todos y cada uno de los integrantes del grupo.

 

   En el grupo conocí a Sandra Yépez Carranza, por cierto, Don Chon Yépez, que tanto se ha mencionado fue su tio. Sandra entró desde gacela, pero yo la conocí hasta la tropa, ya casi para pasar a Clan, después de un tiempo, nos hicimos novios y después nos casamos, en la boda nos acompañaron muchos scouts del grupo y nos hicieron Valla de Honor. Actualmente tenemos dos niños, Marco Vinicio de cinco años y que el domingo pasado se fue al desfile que hubo con motivo del aniversario del Nacimiento de B.P. y Alexis Gael, que apenas tiene 2 meses. Una vez Raúl me comento que le gustaría que algún día hubiese personas que pudieran guiar a sus hijas para que conocieran diferentes lugares, tal y como el nos ha guiado por tanto tiempo, de la misma forma, a mi me gustaría que algún día ellos tuvieran dirigentes que los sepan guiar y que los lleven a conocer muchos lugares. Animó.

 

     Por  Gacela Audaz>

 

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   Y siguiendo con la historia del grupo, en el año 1987...

 

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Come un fabula questa storia questa pletora di algria e di felicità.

Come in un fabula questa storia contiene i tristesas e le speranze.

 

   Incluso en  los primeros días que puedo recordar puedo ver a Beto Farías y a su hermano Raúl en marcha, a un lado de un grupo de jóvenes que en aquél entonces eran parte de un programa de entrenamiento de disciplina militar, entrenamiento necesario para ser parte de un grupo de paramédicos en aquel entonces llamado “Rescate”. Aún cuando los dos pequeños hermanos no contaban ni con 4 años eran parte ya de este grupo por una sencilla razón, el Capitán de Infantería de nombre Raúl Farías, de lunes a viernes los educaba en el papel de padre, para así el fin de semana educarlos también en el papel de capitán.

 

   La disciplina era igual para todo el grupo, pues nunca fue lo contrario  aún cuando la diferencia de edades era evidente, había quienes sentían miedo, otros simplemente no podían seguir, pero todos lograban el objetivo debido al capitán Farias, el capitán que gracias a su enérgica mano lo lograba todo y con todos, más tarde y en un halago involuntario lo compararían con el Ruso Staling, yo más bien lo veía como Filipo de Macedonia.

 

   Poco más tarde, la madre de aquellos pequeños soldados tendría una idea brillante, los niños necesitaban disciplina pero no la del cuartel,  una disciplina digna de su edad. Un par de semanas después la opción se había tomado, y gracias a recomendaciones La Asociación de Scouts de México era la opción ideal, había marcha, deportes, valores, disciplina, juegos, pero lo mejor es que había más niños de su edad.

 

   Por cuestiones aún desconocidas el pequeño Beto Farias pidió ser enlistado  en el Grupo 6 de esta ciudad, con el jefe de manada Martín Patotas, un subordinado más de su padre.

 

   Así llego el dia sábado, con voz clara y fuerte su padre grito, ¡Cinco minutos para estar en el uniforme de ejercicios! (Constaba del short del Kinder y una camisa blanca, al viejo estilo del abuelo) partimos a la plaza de capuchinas. Durante todo el camino el más pequeño de los hermanos se imaginaba un cuartel, un capitán, castigos, gritos, disciplina y más disciplina.

Llegado el momento lo primero que vio fueron varios niños de la edad, que corriendo gozaban de su estancia en aquel espacio. Más tarde fue presentado con el responsable de su pelotón, tiempo después descubrió que el pelotón se llamaba manada, y que los pequeños soldados sonrientes se decían llamar lobatos.

 

   Muchos de estos lobatos decian que no aceptarían a Beto Farías, pues sencillamente era muy pequeño, en un reto inmediato y en cuestión casi de apuestas, se le sometió a una prueba, el pequeño lobato de 4 años de edad tendría que leer el título de un libro, podrán imaginar cuanta presión para un infante de aquella edad; todo estaba listo, el libro, las apuestas, el público, el premio, tomó el libro y con mucho temor y precisa concentración comenzó…….

 

   ….. Así como capítulo de un cuento, encuentro a Beto Farías 3 meses más tarde, al lado de su hermano Raúl, enfrente de la bandera de la manada de lobatos, rodeados de todos sus pequeños amigos y con su madre expectante, se les da la palabra y comienzan a decir: Yo prometo hacer siempre lo mejor para cumplir mis deberes para con Dios y la Patria obedecerla ley de la manada, y hacer una buena acción cada día” Comenzaba su vida como verdaderos lobatos, mejor dicho como verdaderos Scout.

 

   Viajes, excursiones, campamentos que pasaban cual estaciones del año se iban viviendo, y en todas ellas una persona de total alegría y singular picardía, cómplice de muchas y compañera de todas, Raksha (Maga / Tona) a la fecha sigue siendo ese ingrediente para no dejar de sonreír ningún día. Nunca se podrá olvidar esa excursión al lado de este ángel feliz, cerros y cerros, ríos y ríos, lluvias, sol, de todo y nada, una aventura única al puro estilo de Tom Swayer, gracias Maga por aquella ocasión tan feliz, pues tuvieron que pasar 12 años para saber que estábamos perdidos.

 

   Después de algunos años de experiencias inigualables no era común que Beto Farías se perdiera alguna actividad, pues siempre estaba a punto y en punto para comenzar a hacer lo que se debía. Particular aquel campamento de la presa de Sabaneta, Beto Farías y un conjunto de amigos en una posición meramente bélica en contra de los claneros, habían construido con una arquitectura propia de castores una barricada que ni el mismo Alejandro de Macedonia hubiese podido planear.

 

   De igual forma como eran las artes de la guerra de pronto se ve una gran cortina de llamas, La flor roja se hace presente.¡Fuego!  gritaban los más pequeños, todos corren, algunos gritan, y de pronto el enemigo se pone del lado de los afectados, solamente para evitar un incendio de mayores dimensiones, pues más tarde se convertiría en un enemigo peor, regañó y esclavizó a los pequeños sospechosos sometiéndolos a trabajos forzados que ni en el tratado de Ginebra se hubiesen imaginado. Los lobatos terminaron todo el trabajo del clan, recibieron la peor de las humillaciones y finalmente se quedaron sin cenar. Al día de hoy aún no se conoce el responsable, y tal vez sea lo mejor.

 

   Pero Beto Farías habría recibido algo peor en aquel campamento, peor aún que todos los castigos y golpes posibles, peor incluso que una tortura infantil; Por primera vez había recibido el disgusto de Raúl Ochoa, un ídolo, un maestro, su ángel de la guardia y su ejemplo a seguir, ahora creía que ya no lo quería más, ¿acaso habrá peor castigo que perder el cariño de la persona que imitaba y jugaba a ser todos los días?

 

   La única posibilidad para recuperar aquella confianza era demostrar que un lobato puede ser mejor recordado por sus hazañas que por sus travesuras, (Un privilegio de pocos, sinceramente) se dispuso pues aquel lobato a crecer en la familia scout, se puso una meta y más tarde la cumplió, cada sábado cumplir con un reto y así al paso de un año se podría obtener la tan deseada y única insignia Terminal, Lobo Rampante.

 

   Diciembre de 1994, frente a todo el grupo 6, igual que como cuando se asiste a un acto cívico se galardonaba a Beto Farías con su insignia Terminal, mucho tiempo había pasado, mucha gente se había conocido, mucho se había aprendido y el Lobato de la insignia Terminal ya casi entraba a la edad de la adolescencia, dirían muchos la edad de la punzada.

 

   Aquellos padres habrían de tomar otra decisión clave para el ya no tan pequeño Beto, era evidente que tendría que dejar la manada para ser parte de la tropa scout, y también era evidente que no eran los mejores años de aquella tropa, de manera que se llegó a la lamentable decisión de dejar el grupo Scout. Pesándole en el alma pero sin soltar una sola lágrima Beto Farías se enlistó como recluta en el Internado del Pentatlón Deportivo Militar, se forjaban los cadetes con Honor y Dignidad.

 

   Cinco largos años pasaron, y un 20 de Noviembre Beto Farías con un carácter más fuerte, con un gesto muy difícil, pero con mucha ilusión regresó a la plaza de Capuchinas, claro que se trataba de volver con sus viejos amigos y seguir con las interminables ilusiones, pero había algo que le había hecho regresar con mayor ilusión seguir aprendiendo y por fin en varios años volver a ver al Ingeniero de incalculable sabiduría.

 

   También ya como adolescente en potencia parte importante eran las niñas scout, de manera que en varios intentos conoció el carácter y la sutileza de las bellas scout. Sin embargo al día de hoy solamente espera que mañana no sea tarde para  hacerle saber que no se trata de un error, simplemente se trata del tiempo que hay que esperar para gozar la mejor etapa de los viñedos de Viena,   No fue más que un hasta luego, no fue más que un simple adiós, muy pronto junto al fuego nos reunirá el señor.

 

   De aquel 20 de noviembre al día de hoy, muchas cosas han pasado, todas ellas dignas de recordar, sin embargo les puedo adelantar que pude ver de nuevo a aquél ídolo, pude seguir aprendiendo de él, pude seguir jugando al lado de él y sigo esperando la mejor oportunidad para poder agradecerle lo mucho que he tenido a cambio de lo poco que le he ofrecido.

 

   Gracias Raúl, espero Dios nos de vida circunstancias para poderte dar una de las muchas alegrías que te deseo. DIOS TE BENDIGA QUE YO ESTARÉ CERCA DE TI.

 

     Por Forza Ed Onore>

 

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   Continuando con historias más recientes, pero no menos interesantes...

 

<   Cuando entre a los scouts mi mama nos decía que fuéramos sábado tras sábado,  ya que no queríamos ir.  Tenia 8 años, un sábado que estábamos muy aburridos con mi hermano Ricardo, mi mama nos llevó, al llegar a capuchinas me acuerdo que Raúl estaba recargado en la pared  cruzado de brazos y mi mama se puso a platicar con el, en ese momento llegaron los lobatos de una excursión del zoológico,  me asuste ya que llegaron todos corriendo y eran muchos.

 

   El siguiente sábado que ya fui a junta me toco en la seisena café, al final de las juntas como pasaban pruebas, mi hermano y yo siempre nos íbamos porque creía que era un tipo examen y luego lo reprobaba o algo así. Nos llevamos cerca de un año sin pasar pruebas hasta que poco a poco nos fue gustando y con la ayuda de aquel entonces “Akela” que era Bruno concluí mi adelanto con  la insignia terminal  ‘’lobo rampante’’ me la entregaron el diciembre del 2001, estábamos por irnos  de campamento, para dármela me hicieron subir la torre del templo (era de noche) y estaba todo oscuro al final de la torre estaba mi insignia atada a un globo al bajar termino la ceremonia y nos fuimos al campamento.

 

   Tiempo después me pasaron a la tropa; como a todos me vendaron los ojos y me hicieron dar muchas vueltas a capuchinas cuando ya estaba en ceremonia me recibieron bien y hasta ahora que llevo 4 años en la tropa me a gustado mucho. .    

 

   Por Salvador Guzmán Negrete>

 

   Y para continuar con los hermanos...

 

<   Mi inicio en los scouts se dio por medio de mi mejor amiga de aquella época, tomando en cuenta que mis hermanos ya asistían desde hacia un año. En aquel entonces tenia  trece años así que entre de lleno a la tropa.  Aun recuerdo la primera formación, es decir, mi primer día en los scouts. Nunca imagine las aventuras que viviría, los amigos que conocería, a las personas que admiraría, lo bastante que llegaría a aprender, y lo mucho que significaría para mi este movimiento, a pesar de lo mucho que me platicaban de cómo seria.

   Me asignaron a la patrulla Altaír. Mi primer campamento fue en Jesús del Monte, en aquel entonces mi dirigente era Sonia, fue un campamento donde me di cuenta que realmente me gustaba el escultismo. Y así comencé mi adelanto; me entregaron la insignia terminal Rosa de los Vientos el  domingo 25 de enero del 2004.

   Actualmente asisto al Clan; estoy dando mi servicio en la Tropa femenil.

   Por Estefanía Natalia Guzmán Negrete>